Hay muchos motivos que me hicieron elegir a Carlos para mi primera entrevista: es un crack de la Informática, tiene experiencia de sobra en empresas tecnológicas, cuenta con una visión internacional que siempre he querido poner a prueba y, por qué no decirlo, es un gran gran amigo. Para un primer encuentro, era como jugar el primer partido en casa.
Nos sentamos con dos cervezas, sin nada prácticamente preparado, para hablar de todo lo que su trayectoria profesional en el mundo del software le había proporcionado. Y todo esto es lo que me contó:
P: Para romper un poco el hielo, cuéntanos cómo ha sido tu carrera.
R: Si tuviera que resumirlo en tres líneas, diría que mi carrera ha sido fruto de la casualidad. Estudié Ingeniería Informática en la Carlos III de Colmenarejo. Yo tenía otra carrera en mente (como Físicas), pero yo siempre he sido muy fan de los ordenadores y eso me hizo decidirme.
A mitad de carrera más o menos, empecé de becario en Oracle. Y justo cuando terminé la carrera, Oracle me contrató en Málaga donde me quedé cuatro años y medio. En 2016, me contactó Hubspot y me ofreció justo lo que estaba buscando en Dublín. Tenía ganas de vivir una experiencia internacional, así que me tiré de cabeza.
P: Actualmente trabajas como Ingeniero de Soluciones, ¿en qué consiste tu trabajo?
R: Muy resumido, ayudo al comercial a dar una respuesta técnica y adecuada a lo que necesita el cliente. Es un puesto en el que necesitas ser ese “experto” horizontal, que conoce perfectamente los aspectos técnicos de la herramienta, pero que además tiene habilidades más comerciales, como saber hablar en público, presentar…
P: Toda tu trayectoria se ha desarrollado en empresas tecnológicas, ¿dirías que es fruto de la casualidad o ha sido algo premeditado?
R: Totalmente premeditado, por varios motivos. Lo que más me gusta es que las empresas tecnológicas apuestan realmente por la flexibilidad: “Tú tienes estos objetivos, organízate como necesites. Si lo necesitas, ve a recoger a tus hijos o ve al gym; si quieres trabajar desde un Airbnb en Bruselas, adelante…”
P: ¿Por qué crees que las tecnológicas son pioneras en esto?
R: Yo creo que son dos cosas:
- La primera, son empresas pioneras de por sí, no solo en tecnología, son pioneras en todo. Las empresas que construyen software viven por y para la innovación, y son las que están ayudando a otras empresas a innovarse. Y eso incluye el trato por el empleado.
- Y segundo, parte también de la exigencia, y eso es lo que está ocurriendo en Dublín en concreto. Cuando las empresas de Silicon Valley abrieron en la ciudad, trajeron esa cultura. Y ahora, todas las empresas han tenido que evolucionar para ofrecer algo parecido, ya que las personas que van a trabajar a Dublín casi esperan este tipo de beneficios.
P: Pero incluso dentro de las empresas tecnológicas existen unas más “innovadoras” en la Gestión de Personas que otras, ¿no es cierto?
R: Las grandes tecnológicas de software, sean preinternet (como Oracle o IBM) o nacidas en la nube (como Hubspot), provienen de una cultura extendida mucho mejor que la empresa típica.
Es decir, la cultura puede ser distinta entre una empresa como Oracle y Hubspot. Pero en cuanto a temas de trato al empleado – como conciliación laboral, seguridad a la hora de trabajar, beneficios… – sí que son comparables. En mi experiencia, la gran diferencia es comparar una empresa del sector Tecnología con otra de otro sector, como una Consultora o una Farmacéutica.
P: Vamos, que existe una cultura común que a tí te da garantia. ¿Cuáles son esas características comunes?
R: Calidad de vida. Como he dicho antes, se trata de una cultura mucho más flexible. Y es esa cultura la que tengo ahora en Hubspot en comparación con las de compañeros de que trabajan en otros sectores.
P: ¿Dónde no te irías a ninguna costa (sea en España o en otro país)?
R: A consultora. Jamás.
P: Aunque te doblaran el sueldo, por ejemplo…
R: No. De hecho es más, no me movería jamás del sector Tecnología de la Información porque sé que sería una pérdida de calidad de vida y de beneficios que tengo ahora.
Quizá me movería a un sector del que soy súper fan como es el sector de los videojuegos. Pero sería porque me apasiona esa industria, y no deja de ser tecnología en cierto modo.
P: ¿Con qué asocias esas industrias “tradicionales”?
R: Con presencialismo, estructuras muy rígidas de mando, etc. Yo ahora mismo tengo libertad absoluta de entrar y salir, pero también puedo hablar con cualquier persona a cualquier nivel de cualquier idea.
P: Osea, que visto con perspectiva, no crees que sea algo tipo “estilo dublinés” y “estilo español”, si no que es cultura tecnológicas vs. otras empresas… Es curioso.
R: Bueno, creo que la cultura española aún tiene muchos vicios, pero porque persiste esa cultura proveniente de empresas españolas antiguas. La cultura española del presencialismo, del control, de la poca productividad… Esa cultura está muy arraigada en nuestro país y va a ser muy difícil movernos de ahí.
P: En tu puesto actual, ¿tienes equipo a tu cargo?
R: No, y la verdad que prefiero que siga así. Yo prefiero estar hablando con clientes.
P: Eso es un caso interesante. Hay personas, por ejemplo, que son programadores y les encanta. Sin embargo, la única forma de hacerles crecer es promocionarles a manager y ponerles equipo. ¿Se puede crecer de otra manera?
R: Eso sigue pasando incluso en las empresas tecnológicas que parece que lo tienen todo. Si un buen programador su siguiente paso es ser manager y, o no se le da bien o no le gusta, ya tienes dos problemas: has perdido un gran programador – que tienes que reemplazar-, y además tienes un mal manager.
Si consigues que una persona se mantenga en el rol que le gusta creciendo, conseguirás que esa persona siga motivada y siga atrayendo dinero.
P: Pero quizá eso sea porque no escuchan…
R: Posiblemente esa persona, aunque le preguntes, te dirá que quiere ser manager porque parece el paso lógico. La solución a eso es permitir que una persona que hace su trabajo y le gusta, siga teniendo promociones. Promociones de nivel.
P: El problema quizá es que seguimos asociando la promoción con salario y con responsabilidades añadidas, ¿no crees?
R: Yo hablo de promoción de una manera distinta. Imagínate una promoción en la que tu rol es el mismo, pero te reconocen tus años de experiencia y tu consecución de objetivos a través de salario, de proyectos más complicados e interesantes, de formaciones más avanzadas,…
Yo por ejemplo, no quiero ser manager, y dentro de mi puesto hay niveles. Ahora estoy en el 4 y hay hasta 5 de promoción. Pero ya me han dicho que si quiero seguir ahí, puedo seguir haciéndolo y pueden crear nuevos niveles.
P: Pero entonces, ¿quién dirige los equipos?
R: Manager en Hubspot es un rol en sí mismo, la gente que quiere realmente ser manager opta a ese rol. Es casi vocacional, por lo tanto no es un cargo de ascenso, es un rol de trabajo con unas funciones y unos objetivos determinados. Así, la gente que opta a él es gente que realmente quiere liderar un equipo.
P: A mi me encanta esa idea, me parece el futuro del liderazgo sin duda. ¿Pero por qué no lo tienen más empresas?
R: Es una buena pregunta. En mi experiencia, creo que una empresa que está creciendo a dos dígitos (como Hubspot) puede permitirse innovar y experimentar más con su equipo. Cuando una empresa está ahí todo es bueno, todo puede hacerse.
Las grandes compañías, sean empresas tecnológicas o no, siempre tienden a reducir gasto para ganar beneficio. Eso perjudica la inversión en personas.
De hecho, es una frase que escuché una vez al presidente de Salesforces de EMEA: “Hagáis lo que hagáis en vuestra carrera, buscad una empresa con crecimiento de dos dígitos, porque ahí todo es fácil”.
P: Perfiles como el tuyo son realmente demandados por las empresas. A la hora de valorar un nuevo puesto, ¿qué es lo primero que tienes en cuenta?
R: Si te digo la verdad, necesito estar donde mejor pueda desarrollar mi formación universitaria con mi forma de ser. Yo he estudiado Ingeniería Informática, me encanta la industria del software. Pero además, soy muy social, me gusta conocer gente, me gusta ayudar… Mi naturaleza siempre es aprender. No me importa tanto la empresa mientras que me aporte.
P: Entonces, ¿cómo sabes cuándo es el momento de cambiar?
R: Cuando hago un cambio, siempre me doy un margen de análisis de 24 meses, nunca menos de 18. Cada dos años miro dónde estoy, si estoy a gusto, si continuaría ahí… Y si a partir de esa fecha no estoy a gusto, es cuando sé que debo cambiar.
P: Según hablas de Hubspot, parece la empresa perfecta…
R: Como te he dicho, tenemos muy buena calidad de vida y eso es fundamental. Pero con todo, en mi empresa sigue habiendo gente que se va.
P: Quizá sea que existe una disonancia entre lo que se comunica y lo que luego cuando entran no se cumple. Esa falta de coherencia es la que más penaliza a las empresas…
R: Puede ser, pero en mi caso es algo distinto. Soy ese tipo de empleado que no espera estar quemado para irse, si no que cuando he notado que era el momento de cambiar de equipo o de empresa, lo he hecho sabiendo que dejaba las puertas abiertas.
Pero si puedo dar un consejo, diría que independientemente del trabajo que sea, las empresas deben trabajar para dar motivos a sus empleados para que quieran quedarse, y que si finalmente deciden irse, que se vayan con ganas de volver. Es la mejor forma de aprovechar todo el talento que tienen.